POR AMOR AL ARTE
POR LAS HELADAS AGUAS DE ALASKA CON LA MARK V
Las imagenes fueron tomadas de la web
POR LAS HELADAS AGUAS DE ALASKA CON LA MARK V
Las imagenes fueron tomadas de la web
Esta era mi novena vuelta al
mundo, cuando cumpliera la décima, volvería a Buenos Aires a echar amarras,
para nunca mas volver a embarcarme. Sin saber cual sería mi destino después, si
extrañaría, si me arrepentiria; lo cierto es que estaba cansado y queria vivir
en tierra firme.
Terminamos de pasar Vancouber, e ibamos camino
a Alaska, a fines de marzo la temperatura es mas clemente, y ya venía la
primavera. El barco navegaba sin sobresaltos y el mar estaba bastante calmo,
raro..., pero calmo, soplaba un viento frio,
a esas latitudes resultaba mas una briza fria.
Antes de tomar guardia en sala de
maquinas, decidí sacar mi telescopio, y lo instalé cerca del puente de mando,
ya que era el lugar mas alto del barco, el cielo se abría con inmensidad,
servido para que yo pudiera ver todas las estrellas y constelaciones estelares.
El capitan apareció y me hizo notar la belleza de la noche- no le parece que
está todo demasiado calmo?- pregunté- no- contestó.
Antes de enfocar el aparato hacia
el cielo lo acomodo y lo enfoco hacia el océano, entonces alcanzo a ver
cantidad de trozos de hielo flotando, casi cuadrados perfectos, como de un
metro por un metro. Capitan – lo llamo- mire eso, y enfoco un reflector hacia
el agua.
Que es--- pregunta—trozos de
hielo- contesto; frunce el entrecejo y agrega- parece un gran damero, el agua oscura y el hielo blanco.
Vuelve al puente de mando.
Al rato cae Ramirez, otro
mecanico, compañero en la sala. Se sienta sin hacer ruido, es de los que hablan
poco. No puede evitar ver el damero y me pregunta que es eso- bloques de
hielo- contesto y sigo observando el
cielo. Despues de un rato me pregunta-
no notas algo raro?, si bien era un tipo que no demostraba miedo, esa noche lo
vi preocupado.
Antonio Ramirez era un
correntino, huérfano, que no conocía el miedo, criado con su abuela en
Misiones, a los seis años estuvo dos días perdido en la selva, sabia leer la
naturaleza, sabia interpretarla, entendía su lenguaje como nadie. A los quince
años en el río Paraná, se subió a una chalupa, y se dijo que el agua iba a ser
su destino, y que llegaría a trabajar en un gran buque recorriendo el mundo.
Aprendía rápido y le supo sacar provecho.
Chamigo- me dice- sabes que tengo
la impresión?,- observó con tono de preocupación-- de que no nos quieren
acá, es como si la naturaleza estuviera cansada de vernos--. Fijé la vista en
él y se levantó y marchó a dormir.
Me tocaba guardia y bajé a la sala
de máquinas, al término decidí respirar
aire fresco antes de ir a
dormir, asi que voy a cubierta, entonces
se me desorbitaron los ojos, los bloques de hielo estaban unidos, ensamblados
perfectamente y rodeando el barco.
Que joder!-pensé- espero que no
pase a mayores.
Como a las nueve de la mañana me avisan que el capitán
quería verme en el puente de mando., ahi me encuentro con Antonio. Vieron eso-
pregunta señalando con la cabeza al hielo que rodeaba la nave- estamos en
problemas, el rompehielos recién va a poder llegar pasado mañana, asi que vamos
a tener que hacer lo posible para aguantar hasta que llegue- Y cual es la idea-
pregunté- el primer oficial me explicó que la salida era "Colocar un caño por la banda de
estribor , y otro por la banda de babor, para recirculación de agua
caliente y asi evitar que el hielo se amalgame al casco , de
lo contrario ,el barco quedaría atrapado sin movimiento y no sabemos hasta que punto la
presión del hielo puede dañar el
casco ; seria un paliativo momentaneo-agrego-.
los necesito como soldadores,
Ustedes tienen la suficiente pericia para hacerlo rápido y bien, solo hay un
problema,-su vos seguia siendo en el mismo tono- van a tener que usar traje de
buzo-se me atragantó la saliva.
Que, hay que ir abajo del agua? Pregunte medio loco.- no se
preocupe Cabrera, que nuestro buzo le va a enseñar todo lo que tiene que saber-
dijo el primer oficial, poniendose impaciente.
Capitan, el buzo no puede hacer
ese trabajo?-le pregunté, Seguramente mi estado de ansiedad debe haber sido muy
notorio, porque el capitán me puso la mano en el hombro y me dijo con
tranquilidad- yo sé que ud no tiene miedo y los necesitamos a los dos- calló un
momento y continuó- la verdad es que hay que hacerlo en un tiempo muy cortito,
solo pueden permanecer diez minutos abajo, el agua está helada, y solo uds
pueden hacerlo, no tenemos a nadie mas, nuestra seguridad depende de uds- dicho
esto, lo mire a mi compañero de suerte, quien estaba callado , miraba al suelo.
Tenia una botellita de buen cognac, traida desde
Argentina, siempre llevo una conmigo, para grandes ocasiones, si es que se
presentan. Esta vez era propicia,
si por cualquier razón pasaba a mejor vida, que fuera, aunque sea... con
algun placer terrenal; ahi no más le dí
un gran beso a la botella, por supuesto invité a mi compañero en suerte, quien
le dio, no uno, sino dos besos a la botella. Y con mejor ánimo fuimos a
cubierta.
Felipe,
nuestro buzo de abordo, nos presentó a
la Mark V y nos explico que era una
legendaria escafandra inventada por un aleman, nos
mostro la válvula- çontinuo
explicando- ésta válvula
automática en una posición , en otra posición manual de doble comando ; desde el exterior se acciona en forma manual
, cuando el buzo tiene en la mano una herramienta o
simplemente necesita agarrarse de algo , desde el
interior la acciona con la pera ( abre o cierra ) esta parte la
llaman válvula de"
pereo",regulando la entrada y salida de
aire, asi el buzo consigue el equilibrio
de flotabilidad , variando el volumen puede descender
o ascender o se queda estatico para realizar la
tarea, .
explicó todo , rapido, bien y aprendimos lo
necesario y lo mas importante que se trata de una herramienta muy segura.
Nos dió unas remeras y unos pantalones
térmicos y guantes. Preferí ser el primero en entrar al agua, me subieron a una
jaula y comenzaron a bajarme; desde cubierta al mar, había muchos metros y ese trayecto se me hizo
interminable parecía una pelicula en camara lenta, no llegaba mas. Cuando por
fin toqué el agua, sentí una especie de alivio, ya estaba sumergido y en diez
minutos debia soldar todo lo que pudiera; asi que me enfoqué, no pensé en el
frio, en el medio en que estaba, en nada, respiraba bien, logre la tranquilidad
necesaria y pude trabajar, senti el tiron en la manguera y esa era la señal para
retornar a la jaula ,llevándome las
herramientas y posicionarme en la misma para su posterior
izado .
Ya empiezo a disfrutar el confort , el aroma y
el sabor de un café caliente ,que deben haber preparado mis compañeros en
superficie, pero tambien disfrutar que
era capaz de cumplir esta tarea, en particular, para tranquilidad de toda la
tripulacion.
Habiendo
terminado estribor, estabamos en la banda de babor y después de tres
inmersiones cada uno, le tocaba bajar a Antonio, nos miramos, ya lo habíamos
hablado, Señor Capitan- lo llamó- el
capitan estaba atento al trabajo, y no se había movido del lugar. Que pasa –
preguntó- Ramirez lo miró directamente a los ojos y le expuso los hechos tal y
como lo habiamos conversado- mire señor, con diez minutos no alcanza, se nos va
a hacer muy largo, dejenos veinte minutos- de ninguna manera veinte es mucho y
los quiero vivos no me sirven muertos- pero señor-insistió-
entienda, con diez es poco lo que
se puede hacer abajo y tampoco sirve porque una vez en superficie es difícil
recuperarnos en tan poco tiempo, en cambio
con veinte, trabajamos un poco mas y nos da tiempo a recuperarnos
mejor...
El capitan lo miró y se detuvo a
pensar, finalmente dijo- bueno, veinte no, quince si- se dió media vuelta y se
fué- no habia lugar para mas discusión.
Volví
a bajar, esta vez serian quince minutos abajo,
previamente el interminable trayecto desde cubierta al mar, pero estaba
animado porque sería mi última inmersión. Le di un buen envión con todo lo que
habia que soldar y quedaba un poquito, que serian mas que suficiente quince
minutos para que mi compañero, terminara el trabajo, aunque no lo mas sencillo porque
el lugar para soldar estaba, verdaderamente incómodo, pero aun asi todo estaria
bien y seria punto final.
Antonio
llevaba quince minutos abajo, ya era tiempo para que emergiera, cuando
comenzaron a subirlo, notaron que estaba enganchado y trabado por algo, que hacia
imposible que volviera a superficie.
Nuestro
buzo se calzó rápidamente el traje, sin ropa térmica, asi como estaba, y
decidió ir a buscarlo. La jaula estaba enganchada con una punta que sobresalia
del caño que habiamos puesto, eso impedía que la jaula avanzara, Antonio
llevaba mas de veinte minutos sumergido, no sabíamos si estaba vivo. Fueron
momentos de gran tensión, y el resto con un pesado silencio, rezaba para que
todo saliera bien. Finalmente se pudo desengachar la jaula y subieron ambos,
pero mi compañero llegó con hipotermia y
paro cardíaco, asi que el médico de abordo le hizo las maniobras de
resucitación, pero el miedo a un
desenlace fatal se apodero de la tripulación, que era mucho mas trágico que el
miedo al hielo que nos tenia cercado, el capitán tenia el alma en un hilo, nunca perdi un hombre, pensó. Luego de un
arduo trabajo y por momentos dramatico, Antonio volvió a cubierta. Todos
respiramos aliviados y comenzó la tensa espera por el rompehielos que vendría a
ayudarnos.
FIN
EL INVENTOR DE JUEGOS
Una pelicula argentina en coproduccion, con libro de Pablo De Santis. Esta muy bien hecha y lo mejor de todo es reconocer los lugares donde fue filmada, el Museo de Ciencias Naturales de La Plata, la Republica de los Niños en Gonnet, la facultad de Derecho UBA, la vieja estacion del tren provincial de Avellaneda. Es muy entretenida, muy recomendable para grandes y chicos.
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